Esta una pareja de luna de miel en el hotel muy entretenidos y después de cada acto tiraban los condones por la ventana. Permanecen así encerrados durante días y no bajan ni a comer. Preocupados, los dueños del hotel envían al camarero a la habitación. Señor, ¿no desean algo de comer? No, nosotros nos alimentamos sólo de amor. Eso está bien señor, pero no boten las cáscaras por la ventana |