El ajo es un alimento con muchas propiedades y un sabor característico, por eso es considerado imprescindible en nuestra cocina. Proviene de la familia de las cebollas y se ha utilizado como condimento desde hace miles de años.
Relacionada: Las variedades de la cebolla
De forma redonda, estos bulbos tienen 100 Kcal por cada 100 gramos, pero como su uso no es masivo en nuestros platos el aporte calórico es mínimo. El contenido nutricional del ajo es sobre todo de hidratos de carbono, aunque también tiene algo de proteínas.
Sus micronutrientes aportan sodio, potasio, fósforo y magnesio a nuestro organismo, como consecuencia es recomendado en las dietas de los deportistas. También se usa para tratar trastornos metabólicos, infecciones y para la salud cardiovascular. Además el ajo es diurético y tiene efecto bactericida y antiséptico.
El ajo es uno de los ingredientes más populares en la gastronomía, especialmente en la mediterránea, dado su aroma y el gusto que le aporta a los alimentos, resaltando el sabor de verduras, pescados, carnes y salsas.
Tips para su uso en nuestros platos
• La manera más sencilla y deliciosa de comer el ajo es horneándolo unos minutos antes de agregarlo a cualquiera preparación que vayamos a realizar.
• También se puede colocar el ajo en remojo antes de incorporarlo, para que los ácidos que posee se diluyan.
• Podemos colocar dientes de ajo en nuestro aceite de oliva para obtener convertirlo en una infusión aromática.
• Picado finamente o en cuadritos y sofreído en mantequilla, tendremos un ajillo que puede utilizarse para mariscos, pan y hasta en puré de papas. Lo mejor es que se mantiene por varios días en la nevera.
• Para evitar que pierda sus propiedades, el ajo se debe cocinar por pocos minutos, así tendrá un mejor sabor.