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General: Adulto mayor: participar y vivir
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: t-maria2  (Mensaje original) Enviado: 01/12/2015 12:44
Adulto mayor: participar y vivir
Las personas mayores, igual que todos -tengan la edad que tengan- se sienten muy bien cuando participan con otros. La participación nos hace sentir vivos, ágiles, creativos, comunicativos. Participar es lo contrario al aislamiento y a la soledad. Al participar con otros construimos comunidad, salimos de nuestro enclaustramiento, y damos vida a algo muy bonito como es el sentido de pertenencia: si falto o me ausento me echarán de menos. Este sentimiento de pertenencia nos da vida, ilusión, motivación para seguir adelante, ayuda a afirmar el sentido de vida. Gracias a la participación social y comunitaria tenemos un por qué y un para qué vivir. Con gusto vemos en Chillán grupos de adultos mayores que pululan por doquier. Por una u otra razón se reúnen periódicamente en distintos lugares y juntos sacan fuerzas para ser constructores de un mundo mejor. Así siguen, luchadores y vigentes, hasta el último minuto de su vida. Hay que felicitar a estos hombres y mujeres mayores que se reúnen y participan sin cesar. El hecho de que se reúnan con esta perseverancia y continuidad habla por sí mismo de una gran necesidad humana que todos tenemos y que hemos de satisfacer: la necesidad de comunicación. Niños, jóvenes y adultos, todos necesitamos de comunicación; si no nos comunicamos morimos psicológicamente y nos deprimimos. Esta comunicación se tiene que dar ante todo en la familia. Fue en la familia donde ya recién nacidos mostramos nuestros primeros anhelos de contacto y apego gracias a los primeros balbuceos y a las incipientes expresiones de cariño. Ahí brotaron las primeras relaciones gratuitas de amor. Por eso es la familia la que también debiera ser la primera en acoger al adulto mayor porque ella es su hábitat natural. La familia que vive una feliz relación entre abuelos, hijos y nietos, cuenta con una riqueza que es impagable. Basta escuchar a muchos jóvenes de hoy día para que veamos con qué cariño, gratitud y admiración hablan de sus abuelos. En una familia sana se establece entre abuelos y nietos una especie de sana complicidad que le hace muy bien a ambos. Recuerdo una escena muy tierna de la película “Secretos del corazón” que habla muy bien de esta grata relación entre abuelos y nietos. Aparece ahí un abuelo de lindo blanquísimo pelo, muy austero, de carácter recio, hombre mayor que a veces se enoja cuando observa comportamientos incorrectos. En esos momentos de enfado aparece el nieto más pequeño, niño inquieto y alegre, que solo dice: “abuelo, ¿te peino?” El abuelo se deja peinar una y mil veces por su nieto, y esa acción protagonizada por el niño, le sirve como la mejor y más tranquilizadora de las terapias. No hay como la espontánea y amorosa comunicación familiar para conseguir los mejores logros en bienestar y felicidad. Además de la comunicación en familia debe darse también la comunicación social, más allá del hogar familiar. Especialmente para las personas mayores resulta muy grato que puedan alternar con otras personas fuera de las cuatro paredes de la casa. Sabemos que el peligro de muchas personas mayores es que ellas mismas se convenzan de que, después de la jubilación, ya cumplieron con lo que tenían que hacer en la vida, que ya han cumplido con su misión, que ya nadie espera nada de ellas, y que ya solo les queda esperar la muerte. Cualquiera entiende que una actitud así es muy peligrosa porque priva de motivación para el vivir del día a día, y puede conducir al adulto mayor a un deterioro grave de la salud mental. Por eso felicitamos de corazón a tantas personas mayores que las vemos activas, dinámicas, gozosas, participando en grupos muy interesantes de todo tipo. Todos nos felicitamos por la existencia de grupos así, y todos debemos prestar nuestro apoyo para que cada vez sean de mejor calidad, grupos para todo tipo de provechosas iniciativas. Hombres y mujeres mayores que participan de esta manera tan dinámica y activa con otras personas garantizan su bienestar integral y evitan o disminuyen notoriamente los riesgos de cualquier deterioro mental. Las personas mayores han de saber muy bien que su capacidad creativa, inventiva, ideativa, comunicativa, no ha disminuido. Bien venidos, pues, nuestros adultos mayores, a estos grupos culturales de discusión, recreación, arte, lectura, etc., donde pueden expresarse libremente. Serán más felices.
José Luis Ysern de Arce
La Discusión, Chillán.
Revista “Mayor”
28 Noviembre 2015


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