Bendiciones.
Gloria a Dios
Quiero darle la bienvenida a todos mis hermanos y hermanos que se han unido a esta comunidad Tiberiades y a los que nos visitan.
Esta comunidad ha nacido con el deseo de servir a Dios a través de sus hijos. El carisma de esta comunidad es la adoración, la sanación y la alabanza.
La adoración como signo que reconocemos a Dios como ser supremo, que nos dá la vida y que todos dependemos de su Divina Voluntad.
La sanación como acción emprendida por el mismo Jesús que quiere que todos sus hijos sean sanos de mente, cuerpo y espíritu.
Y la alabanza en la que glorificamos al Padre en su Amor, al Hijo en su infinita bondad y misericordia, al Espíritu Santo que derrama en nosotros su poder y junto a la Divina Trinidad, a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Todos los cristianos estamos llamados a ser proclamadores de la Palabra. La Palabra dice que debemos de orar unos por otros. (Ef, 6, 18) y Tiberiades acudiendo a esa ordenanza, ha de pedir a cada participante orar por cada hermano que asi lo pida. Que cada participante de esta comunidad Tiberiades sea un intercesor de oración ante Nuestro Señor por su hermano o hermana.
Así sea pues, un gran ministerio de intercesión la comunidad de Tiberiades y recordando la oración que dice: El que por otros ora, por sí mismo aboga.
Hermanos, sigamos adelante con esta misión que hoy El Señor nos entrega, seamos fuertes y animémosnos unos a otros para que la Gloria de Dios resplandezca en todo lo alto, Amén.