Muchos títulos tiene la Santísima Virgen, pero hoy vamos a considerar el más tierno y consolador: “Madre”. Sí, porque María es Madre de los hombres, de todos los hombres, buenos y malos, y Ella está a nuestro lado en todo momento, especialmente en los momentos de dolor y angustia, de peligro y abandono, de enfermedad y abatimiento. Pero esto no es una forma de decir, sino que María está realmente presente a nuestro lado con su Cuerpo Glorioso como el de Jesús, pues Ella puede estar en todas partes al mismo tiempo, entonces siempre está a nuestro lado. Así que con amor y confianza tomémonos de su mano y reclinemos nuestra cabeza sobre su Corazón para tomar fuerzas y enfrentar esta vida que es a veces complicada, y para emprender grandes obras por amor a nuestra querida Madre, la Virgen.
*Felipe de Urca*
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