Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Divino Niño Jesús, son tantos los milagros que la gente obtiene de Ti, que yo también quiero tener confianza en Ti y pedirte que me hagas el milagro que tanto necesito. Tú sabes cuál es y de qué tengo más necesidad, así que espero con alegría que me socorrerás en esta necesidad. Yo, por mi parte, pondré de mí toda mi buena voluntad y mi fe y confianza en Ti, y por los méritos de tus doce años de infancia te pido todas las gracias y me encomiendo a tu voluntad. Ten misericordia de mí, Pequeño Jesús, y dame la gracia de vivir con alegría y paz la Navidad, para que Tú nazcas en mi corazón libre de pecado por haber hecho una sincera y completa confesión con un sacerdote. No quiero que esta Navidad sea otra Navidad más que pasa sin dejar huella en mí, sino que quiero vivirla en plenitud, dejando de lado el materialismo y dedicándome a Ti, Niño Divino, que naces por amor a mí y a todos los hombres, necesitado de todo y buscando amor. Yo quiero darte mi corazón y mi alma, y acunarte en mis brazos, porque estoy convencido que la felicidad está en poderte apretar contra mi corazón y colmarte de besos. Pequeño Jesús, te doy gracias por todos los detalles de amor que tienes para conmigo. Sé que soy un pobrecito pecador, pero Tú me amas igual y quieres ayudarme a salir del pecado y a ser santo. ¡Gracias, Señor mío; te amo con todo mi corazón! ¡Ten piedad de mí!