¡ VAYA,VAYA LO QUE HEMOS ORGANIZADO…..¡
D O M I N G O I V –C
(Jer.1,4-5.17-19; Cor.12,31 – 13,13; Lc.4,21-30)
El mundo querido por Dios no es el mundo que hemos organizado……
Amigos, al ver reaccionar con generosidad y prontitud a todo el mundo para socorrer al miembro herido de esta nuestra humanidad, parece que dan ganas de levantar la cabeza, sonreír e identificarse orgulloso de pertenecer a esta raza humana porque por unos días ha sabido y querido acercarse al hermano herido para ayudarle.
Ante estos hechos más recientes, parece que dan ganas de decir: ¡ Hombre, todavía es capaz de latir nuestro corazoncito! Esto es señal de que podemos cuando queremos. Lo que tenía que ser normal y diario lo convertimos en algo extraordinario y sólo porque hemos visto tanta muerte, tanto abandono y desgracia juntos. Esto nos está diciendo que el mundo querido por Dios para el ser humano no es el que hemos organizado los hombres. En aquel la savia que corre por todos los miembros es: el AMOR AL HERMANO y en este sólo y en casos extremos corre la compasión al desgraciado. La diferencia es inmensa.
Realizar el mundo proyectado por Dios para el hombre es una tarea urgente e inaplazable para todos, siendo para los DISCIPULOS DE JESÚS una característica fundamental. La tarea no es fácil porque sabemos que
que no es fácil anunciar a los pobres – a los que no conocen el amor – la buena noticia de que Dios los ama y que quiere también para ellos la dignidad de toda persona y conocemos también la dificultad y el peligro incluso de comunicar a los cautivos y esclavos de sus mismos errores, fechorías y extravagancias, la noticia de que es posible vivir de otra forma más en consonancia con la vida de los hijos de Dios y más feliz. Tampoco desconocemos la dificultad de despertar la conciencia crítica de los “ ciegos”, de los manipulados por la propaganda y los mensajes dirigidos. Todo ello no es nada fácil y mucho menos cómodo. El camino del apóstol no será nunca de rosas porque el EVANGELIO vivido y predicado sencillamente levanta ampollas y a más de uno les rechinan los dientes por no poder anular esa voz. Y esto antes, ahora y siempre porque es difícil sembrar PAZ sin que reaccionen los violentos. Es imposible defender la VIDA sin que levanten el grito los amigos de la muerte. Y sigue siendo imposible que los vividores de “su” libertad respeten LA LIBERTAD de todos. Sin embargo Jesús, nuestro Maestro y Señor, fue ungido y enviado para eso, y para eso busca y confía en hallar cooperadores de su obra. ¿ Te apuntas? Sí, a los sembradores del REINO DE DIOS.