"JESUS YO CONFIO EN TI"
Consolar a Jesús
Jesús Misericordioso quiero consolarte de tantos pecados, sacrilegios e ingratitudes que los hombres cometen contra ti. Porque tú has dicho en el Evangelio que mucho se perdona a quien mucho ama, y yo te amo mucho, Señor, y quiero que me perdones mis pecados. Pero mi amor es tan grande que me sobra y quiero que en atención a este amor que te tengo, perdones también a muchos pecadores. Yo quiero amarte por los que no te aman, quiero adorarte por los que te ofrenden y desprecian. No mires, Señor, la maldad que hay en el mundo, sino mírame a mí que te amo sinceramente y quiero agradarte en todo. Jesús, ten misericordia de este pobre mundo que está siendo conducido por Satanás al más profundo de los abismos. ¡Detiene su caída, detiene su precipitar en el abismo de donde no se sale! ¡Te lo pido por tu infinita misericordia, que es tu mayor atributo! Todas tus obras están coronadas por tu Misericordia infinita. ¡Te amo, Señor, y quiero ser cada día más bueno para consolarte y alegrar tu Corazón sagrado, para que estés contento conmigo y me colmes de gracias para llegar a ser santos, como tú quieres que yo lo sea!
Jesús Misericordioso quiero consolarte de tantos pecados, sacrilegios e ingratitudes que los hombres cometen contra ti. Porque tú has dicho en el Evangelio que mucho se perdona a quien mucho ama, y yo te amo mucho, Señor, y quiero que me perdones mis pecados. Pero mi amor es tan grande que me sobra y quiero que en atención a este amor que te tengo, perdones también a muchos pecadores. Yo quiero amarte por los que no te aman, quiero adorarte por los que te ofrenden y desprecian. No mires, Señor, la maldad que hay en el mundo, sino mírame a mí que te amo sinceramente y quiero agradarte en todo. Jesús, ten misericordia de este pobre mundo que está siendo conducido por Satanás al más profundo de los abismos. ¡Detiene su caída, detiene su precipitar en el abismo de donde no se sale! ¡Te lo pido por tu infinita misericordia, que es tu mayor atributo! Todas tus obras están coronadas por tu Misericordia infinita. ¡Te amo, Señor, y quiero ser cada día más bueno para consolarte y alegrar tu Corazón sagrado, para que estés contento conmigo y me colmes de gracias para llegar a ser santos, como tú quieres que yo lo sea!