Gracias a Dios
Gracias a Dios, hay personas que se preocupan del cuidado y el bienestar ajenos. Tal vez conozco a personas abnegadas, que brindan un muy necesario servicio y atenciones, a mí o a mis seres amados; quizás estoy rezando con ellas. En todo el mundo, profesionales, familiares y amigos son manos que brindan ayuda. Cuidar de otros día tras día requiere ser responsable, compasivo y, sobre todo, afectuoso. Dios obra por intermedio de los curadores y les proporciona fe, seguridad y sabiduría para enfrentar todo tipo de situaciones. Extiendo mi amor y mis bendiciones a los curadores que conozco y a los del mundo entero, afirmando esta plegaria: Dios bendice a todos los curadores con la fortaleza y el valor necesarios para cuidar a los demás. Dios bendice los curadores de nuestro mundo con fortaleza, coraje y amor.
(Pequeñas Semillitas)
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Gracias a Dios
Gracias a Dios, hay personas que se preocupan del cuidado y el bienestar ajenos. Tal vez conozco a personas abnegadas, que brindan un muy necesario servicio y atenciones, a mí o a mis seres amados; quizás estoy rezando con ellas. En todo el mundo, profesionales, familiares y amigos son manos que brindan ayuda. Cuidar de otros día tras día requiere ser responsable, compasivo y, sobre todo, afectuoso. Dios obra por intermedio de los curadores y les proporciona fe, seguridad y sabiduría para enfrentar todo tipo de situaciones. Extiendo mi amor y mis bendiciones a los curadores que conozco y a los del mundo entero, afirmando esta plegaria: Dios bendice a todos los curadores con la fortaleza y el valor necesarios para cuidar a los demás. Dios bendice los curadores de nuestro mundo con fortaleza, coraje y amor.
(Pequeñas Semillitas)
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Gracias a Dios
Gracias a Dios, hay personas que se preocupan del cuidado y el bienestar ajenos. Tal vez conozco a personas abnegadas, que brindan un muy necesario servicio y atenciones, a mí o a mis seres amados; quizás estoy rezando con ellas. En todo el mundo, profesionales, familiares y amigos son manos que brindan ayuda. Cuidar de otros día tras día requiere ser responsable, compasivo y, sobre todo, afectuoso. Dios obra por intermedio de los curadores y les proporciona fe, seguridad y sabiduría para enfrentar todo tipo de situaciones. Extiendo mi amor y mis bendiciones a los curadores que conozco y a los del mundo entero, afirmando esta plegaria: Dios bendice a todos los curadores con la fortaleza y el valor necesarios para cuidar a los demás. Dios bendice los curadores de nuestro mundo con fortaleza, coraje y amor.
(Pequeñas Semillitas)
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