Jesùs Vuelve...
Jesús vuelve las veces que haga falta, para aclarar nuestras dudas y demostrarnos su presencia y su cercanía. Del “incrédulo” surge una confesión de fe generosa y confiada: “Señor mío y Dios mío”. Jesús sigue mostrándonos sus llagas, para que le reconozcamos en ellas y, como a Tomás, sigue invitándonos a tocarlas y a aliviarlas en tantas personas heridas en el alma y en el cuerpo.
Pequeñas Semillitas
|