Comienza este día con tu corazón rebosante de amor, alegría y agradecimiento, gozoso de estar vivo, haciendo lo que estás haciendo, estando donde estás y viendo emerger la perfección del día.
Benditos sean aquellos que pueden ver la belleza, la alegría y la armonía que está a su alrededor y apreciarla plenamente, y aquellos seres que reconocen en todo y en todos y dan gracias por todo.
La alegría es como un guijarro arrojado en el medio de un lago. Las ondas que se generan van más y más hacia los lugares más lejanos de la orilla y luego retornan al centro, llevando alegría a todo lo que tocan en el camino.
El amor es como un bálsamo curativo, cura todas las heridas, todos los daños, todas las penas, de modo que ama con amor divino, ama lo que es digno de amar y lo que aparentemente no lo es. Ama a aquellos seres que no conocen el significado del amor, ama aún a los que por error llamas tus enemigos.
Cuando tu corazón está colmado de amor, no conocerás enemigos. El amor es el cimiento de esta vida espiritual.
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