Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo." Filipenses 3:20 (NVI) Somos
Cuando Cristo diseñó la Iglesia, la pensó como una comunidad espiritual. La Biblia es bien clara en los parámetros de conducta que ella debe mantener. En la Iglesia de Cristo, los matrimonios se aman y se respetan todos los días. No existe el egoísmo. Y se escuchan y ayudan mutuamente para superar las crisis. Cada uno cumple con sus responsabilidades y además colabora con las del otro. Los hijos respetan a sus padres y obedecen sus consignas. Se esfuerzan en estudiar, no se copian en los exámenes, respetan a los maestros, mejoran cada día y colaboran con las tareas hogareñas. Todos se aman y bendicen, y la armonía y la paz son características del hogar.
En la Iglesia de Cristo, los trabajadores son responsables y cumplidores, llegan temprano y cumplen con sus tareas. Son buenos compañeros y generan un buen ambiente laboral. No faltan excepto que la razón sea realmente justificable. Los jefes son respetuosos y velan por la integridad personal, mental y laboral de sus empleados. Pagan los sueldos a tiempo y cumplen con las obligaciones legales. Los dueños de las empresas se preocupan por ayudar a sus competidores para que puedan estar mejor, aumentan los sueldos de sus empleados cuando incrementan sus ganancias y bajan los precios de sus productos para beneficiar a los consumidores.
En la Iglesia de Cristo los novios se mantienen vírgenes y puros hasta el matrimonio, los amigos son fieles, la mentira no existe, el chusmerío y la envidia es reemplazada por palabras de aliento y de bendición, se ayuda al otro a mejorar y se comparte la felicidad por los logros. Se respeta al pastor y se lo ayuda a llevar su pesada carga, se ora unos por otros y se cuida la unidad y la buena comunión. Existe el respeto por el ministerio del otro y cada uno ocupa su lugar con alegría.
En la Iglesia de Cristo se vive en santidad, amor, pureza, amabilidad y ética. Porque somos ciudadanos del Cielo.
¿No es así en tu iglesia? Es posible. Si estos parámetros divinos no se cumplen, es mejor que comiences a analizar que está sucediendo en tu vida. Vos sos parte de la Iglesia de Cristo y si algo no funciona, lo más probable es que sea por tu culpa y la mía.
REFLEXIÓN – Somos la Iglesia de Cristo.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany |