Mira hacia el Cielo...
¿Qué importa cómo está el tiempo? Vence todos los obstáculos, resístete a ver lo oscuro y lo triste. Ve sólo la luz, mira con optimismo, no importa cuán oscuro pueda ser el problema. Eleva tus ojos al cielo con fe y optimismo.
Cada alma tiene que tomar un sendero distinto para alcanzar la meta. Busca tu propio y único camino y síguelo con fé ciega.
Encuentra tu seguridad en Dios y en su Amor. Toda alma que ha elegido andar los caminos del Señor, puede ser examinada y sometida a pruebas, debe atravesar el calor más ardiente para que se queme todo desperdicio y solamente quede el oro más puro. Agradece por cada examen y cada prueba. A medida que cada uno es enfrentado y vencido te encuentras más cerca de la meta.
Si te sientes con espíritu crítico hacia alguién, encuentra algo en esa persona que sea pósitivo y bueno, concéntrate en esto hasta que sientas que el Amor fluye a través de ti a esa persona. Sé paciente y afectuoso, y nunca, en ningún momento te desesperes por el alma de nadie. En algún lugar, de algún modo, podrás estar en contacto con eso que traerá nueva vida, alegría y esperanza.
Llegar a algunas almas es más difícil que llegar a otras, pero éstas son frecuentemente las que necesitan ser alcanzadas.
Elige las más difíciles, haz esto con la ayuda de Dios y su guía constante y no podrás fallar.
Bendice todo, da gracias constantemente, llena tu corazón de Amor e irradia esto a todos los que están en contacto contigo.
Dios es tu guía, camina en su sendero, haciendo Su Voluntad!