DOMINGO Sama. TRINIDAD
“ Tres personas distintas y un solo Dios verdadero”
No es fácil hablar de la TRINIDAD, PERO SÍ ES FACIL CREER EN LA TRINIDAD porque , desde el principio hemos recibido el beso caliente de una madre, que nos ha enseñado a creer en el AMOR con mayúscula.
Confesar LA TRINIDAD de Dios es creer que Dios es un misterio de comunión y de amor. De ahí se deduce que el cristianismo tiene como suprema meta el AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PROJIMO COMO A TI MISMO. Es la religión del amor. Dios no es un ser frío. Cerrado e impenetrable, inmóvil e indiferente porque Dios es amor que se transmite y se recibe. Dios es un foco de amor insondable. Su intimidad misteriosa es sólo amor y comunicación.
CONSECUENCIA: En el fondo último de la realidad, dando sentido y existencia a TODO no hay sino AMOR. Todo lo existente viene del amor. Dios llama a la existencia a la creación por amor, vuelve a redimirla por amor, ofreciendo a su propio hijo para lavar y elevar a esa creación sólo y exclusivamente por AMOR.
“ El nos eligió en la persona de Jesucristo antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el AMOR. Por eso hemos comenzado nuestra reunión diciendo (Efe. 1,3-10): “La gracia de N. S. Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del E. Santo esté con vosotros (2Cor.13,13)” Como de todo bien nacido es ser agradecido, nuestra Comunidad Iglesia nos invita con frecuencia a entonar esa bellas palabras de amor y reconocimiento:” GLORIA AL PADRE , AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO.” Con ellas no hacemos más que reconocernos hijos y criaturas de Dios, uno y trino, al que ofrecemos nuestro honor y respeto en reconocimiento de nuestro ser de criaturas ante el CREADOR.
Vivimos y estamos haciendo historia y la historia existe porque existe Dios, el que era, el que es y el que vendrá.
Existe la historia como una unidad y con un sentido porque desde dentro de ella misma la está sosteniendo y alentando. Dios la asumió y quiere consumarla dándole un sentido definitivo: La eternidad de Dios que no es estar fuera del tiempo sino que tiene señorío sobre el tiempo. Esta historia humana que estamos viviendo es la historia de la SALVACIÓN ofrecida como casa, hogar y camino para el ser humano. Es la historia humana contemplada como itinerario hacia la plenitud. Es la plenitud del mismo Dios revelado cuyo amor trinitario ha sido ya irrevocablemente decretado a favor nuestro.
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Dios y creador mío,
NO PUEDO DEJAR DE ADMIRAR LAS MARAVILLAS DE TUS MANOS
Desde que comienza el día, me regalas un nuevo amanecer./ Mi persona se despereza y comienzo a sentir,/ puedo gozar del contacto con las sábanas,/
del frescor del agua que acaricia mi cuerpo,/ del calor de los míos, que son todos, y que acompañan mi vida,/ del color del cielo que adorna la mañana.
Pero, mi Dios eterno, antes de este día ya me tenías pensado/ tu me recreabas en el amor de mis padres/ me formabas en el vientre de mi madre/ preparabas un entorno para mi/ gozabas con la vida que me regalaste/
No puedo por menos que ALABARTE y reconocerte como mi PADRE Y SEÑOR, diciendo: Gloria la Padre al Hijo y al Espíritu Santo.