Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Divino Niño Jesús, hoy quiero decirte que soy feliz gracias a ti, porque tú me cuidas y proteges y me concedes toda clase de gracias y favores.
Quiero confiar cada vez más en ti y serte fiel cada día de mi vida.
Niño Jesús, ¿por qué me amas tanto? Porque sabes que soy débil y que necesito de tu amor para no desanimarme y desfallecer en el camino de la vida. Sabes muy bien que si me sueltas de tu manita, caería en los más tremendos pecados. Si a veces caigo en pecado estando contigo, ¿qué sería de mí si tú no me sostuvieras?
Por eso quiero pedirte Divino Niño, que estés a mi lado en todo momento y que tengas paciencia con mi debilidad, con mi miseria, porque solo tú, que eres Dios y por eso eres infinitamente paciente, puedes tener misericordia de mí y esperarme y tenderme tu mano para levantarme del barro en que caigo.
Estoy feliz de que seas mi Señor y mi Dios, Divino Niño, y a partir de hoy te prometo tratar de ser más bueno, para que estés contento de mí y me bendigas con abundancia de gracias y dones. ¡Te amo, Niño Dios! ¡Bendito seas por siempre!