En medio de nuestras pruebas, de nuestros hundimientos y naufragios, Jesús está ahí, para darnos una mano y llevarnos de nuevo al puerto. Jesús nos llama a hacer lo que parece ser imposible para el hombre: Ser santos. Baja de la barca de tu seguridad y camina hoy hacia Él.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida
Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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