Cuántas veces nos detenemos a llamar a la puerta de algún corazón, porque creemos que está cerrada a nosotros!
Cuántas más cuando incluso se nos ha abierto, no nos atrevemos a decir una sola palabra... mucho menos a pedir... y no digamos recibir sin decir nada...
Pero qué grata sorpresa cuando aún sin pedir... aún sin decir nada... aún sin llamar... Alguien hay que nos está esperando y nos recibe con su gran amor y su inmensa sonrisa producto de su alegría al vernos llegar.
Así es Dios...
Él siempre nos está esperando... Su puerta siempre está abierta... Sus brazos siempre están dispuestos a acunar nuestras penas... Su amor incondicional nos da, incluso sin pedirle nada...
Ese es un Padre Verdadero... Ése... un amigo fiel..
Que Dios bendiga cada paso que demos y nos ponga en el camino personas que con amor sin reservas, nos amen y acepten como somos... sin intentar cambiarnos...
Que Dios nos regale cada día... un día feliz y bendecido... Y que sepamos notar la diferencia...
Feliz noche... lleno del amor de Dios!!!