"JESUS YO CONFIO EN TI"
Modo de vida.
526 (4) + El 14. Este jueves, mientras hacíamos la adoración nocturna [191], al principio no pude rezar, una aridez se adueñó de mí; no pude contemplar la dolorosa Pasión de Jesús, pero me postré en cruz y ofrecí la dolorosa Pasión del Señor Jesús al Padre Celestial como satisfacción por los pecados del mundo entero. Al levantarme del suelo después de aquella plegaria y al volver a mi reclinatorio, de repente vi a Jesús junto a él. El Señor Jesús con el mismo aspecto que tenia durante la flagelación, en la mano tenia la túnica blanca con la que me vistió y un cinturón con el que me ciñó y me cubrió con un manto rojo igual al que le cubría a Él en la Pasión, y un velo del mismo color y me dijo: Tú y tus compañeras tendrán un hábito igual; Mi vida desde el nacimiento hasta la muerte en la cruz será su regla. Contémplame y vive según esto; deseo que penetres más profundamente en Mi espíritu (5) y [tengas presente] que soy manso y humilde de Corazón.
Comentario:
Este modo de vida que el Señor le propone a Sor Faustina para la nueva congregación que ella debe formar, es el modo de vida que Jesús propone a todos los cristianos, a todos los hombres, porque es la imitación de su vida, ya que el Señor vino al mundo para que su vida nos sirviera como ejemplo y guía en nuestro peregrinar terreno.
Los cristianos todavía no hemos descubierto mucho del vivir cristiano, porque no vivimos como otros Cristos y damos así oportunidad al demonio de que nos arrastre consigo, y escandalizamos a muchos hermanos nuestros.
Es tiempo de que dejemos de leer periódicos, de mirar televisión y pasar el tiempo en frivolidades, y de que empecemos a leer y meditar más el Santo Evangelio, para adecuar nuestra vida a la de Cristo, porque de ello depende nuestra salvación y, quizás, la salvación de muchos hermanos nuestros.
Jesús, en Vos confío.
526 (4) + El 14. Este jueves, mientras hacíamos la adoración nocturna [191], al principio no pude rezar, una aridez se adueñó de mí; no pude contemplar la dolorosa Pasión de Jesús, pero me postré en cruz y ofrecí la dolorosa Pasión del Señor Jesús al Padre Celestial como satisfacción por los pecados del mundo entero. Al levantarme del suelo después de aquella plegaria y al volver a mi reclinatorio, de repente vi a Jesús junto a él. El Señor Jesús con el mismo aspecto que tenia durante la flagelación, en la mano tenia la túnica blanca con la que me vistió y un cinturón con el que me ciñó y me cubrió con un manto rojo igual al que le cubría a Él en la Pasión, y un velo del mismo color y me dijo: Tú y tus compañeras tendrán un hábito igual; Mi vida desde el nacimiento hasta la muerte en la cruz será su regla. Contémplame y vive según esto; deseo que penetres más profundamente en Mi espíritu (5) y [tengas presente] que soy manso y humilde de Corazón.
Comentario:
Este modo de vida que el Señor le propone a Sor Faustina para la nueva congregación que ella debe formar, es el modo de vida que Jesús propone a todos los cristianos, a todos los hombres, porque es la imitación de su vida, ya que el Señor vino al mundo para que su vida nos sirviera como ejemplo y guía en nuestro peregrinar terreno.
Los cristianos todavía no hemos descubierto mucho del vivir cristiano, porque no vivimos como otros Cristos y damos así oportunidad al demonio de que nos arrastre consigo, y escandalizamos a muchos hermanos nuestros.
Es tiempo de que dejemos de leer periódicos, de mirar televisión y pasar el tiempo en frivolidades, y de que empecemos a leer y meditar más el Santo Evangelio, para adecuar nuestra vida a la de Cristo, porque de ello depende nuestra salvación y, quizás, la salvación de muchos hermanos nuestros.
Jesús, en Vos confío.