BUSCAR A DIOS
Si oras al Padre que está allí, en lo secreto, tu Padre,
que ve en lo secreto, te compensará.
Mateo 6,6
Rezar mentalmente no es otra cosa que estar en términos
amistosos con Dios y conversar frecuentemente con Él, en secreto.
Santa Teresa de Ávila.
El silencio no es algo que hacemos, sino un lugar al que
entramos. Siempre está allí. Hablamos de guardar silencio:
sólo se guarda aquello que posee mucho valor. Y el silencio
es valioso pues es de Dios. En silencio se realizan los actos
de Dios. Sólo en silencio puede oírse su voz.
Madre María Isabel S.
Y yo te celebraré, oh Dios, al son del arpa. Te celebrarán
mis labios, mi alma que redimiste.
Salmos 71, 22-23
La oración es la paz del espíritu, la quietud de nuestros
pensamientos, el equilibrio de nuestros recuerdos, el mar de nuestra
meditación, el descanso de nuestros afanes y la calma en nuestra tempestad.
Jeremy Taylor.
La forma más poderosa de energía que el hombre puede generar
es la oración. La influencia de la oración sobre la mente y el
cuerpo humanos es tan comprobable como los procesos físicos.
La oración posee una fuerza tan real com la ley de gravedad.
Nos abastece con un auténtico flujo de poder para sostener la vida cotidiana.
Alexis Carrel.
Escucha mi plegaria, Señor, y llegue hasta ti mi clamor.
Salmos 102, 2
No es la cantidad de libros que lees, ni la variedad de sermones
que escuchas, ni cuantas asistes a las charlas religiosas, sino
la frecuencia e intensidad con que meditas sobre estos temas
lo que hará que la verdad en ellos llegue a ser tuya.
Frederick Robertson.
Lo que sé de ciencia divina y de las Sagradas Escrituras,
lo aprendí en los bosques y en los prados.
Bernard Clairvaux.
Aprende a relacionarte con tu silencio interior y recuerda
que todo en esta vida tiene un propósito; que no hay errores
ni coincidencias: todos los acontecimientos son bendiciones que
nos son dadas para que aprendamos algo de ellas.
Elizabeth Kübler-Ross
Escuchad y creced como la rosa brota junto a la corriente
de agua. Las obras del Señor son todas buenas y, a su debido
tiempo, Él provee a toda necesidad.
Eclesiástico 39, 13 y 33
Con Amor