"JESUS YO CONFIO EN TI"
Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentarioDios es omnipotente.
527 Una vez sentí en el alma un apremio para que me pusiera a la obra y cumpliera todo lo que Dios exigía de mí. Entré un momento en la capilla, oí esta voz en el alma: ¿Por qué tienes miedo? ¿Piensas que Me faltará la omnipotencia para ayudarte? Y [en] aquel momento sentí en el alma una extraña fuerza y me parecieron nada todas las contrariedades que me habrían podido suceder [en] el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Comentario:
Si meditáramos un poco más en que Dios es omnipotente, es decir, que todo lo puede, absolutamente TODO, o, como dijo el Ángel Gabriel a María Santísima: “No hay nada imposible para Dios”, entonces andaríamos por la vida con más confianza en el Señor. No que nos descuidemos en la oración, porque justamente el Señor quiere que recemos, y que recemos mucho. Pero lo que sí debemos hacer es actuar como nos enseñó el Padre Pío de Pietrelcina: “Reza, ten fe y no te preocupes”.
Lo principal de la devoción a la Divina Misericordia es la confianza. Con la confianza es que podemos recibir de Dios todas las gracias, aún las inconcebibles e inimaginables, pero que Dios quiere concedernos a los que confiemos completamente en Él.
Entonces, como Apóstoles de la Misericordia divina, tenemos que ponernos un objetivo: la confianza en Dios, la confianza plena en la Bondad de Dios, porque solo de esa forma obtendremos los dones y gracias del Altísimo, para nosotros y para nuestros hermanos.
Jesús, en Vos confío.
527 Una vez sentí en el alma un apremio para que me pusiera a la obra y cumpliera todo lo que Dios exigía de mí. Entré un momento en la capilla, oí esta voz en el alma: ¿Por qué tienes miedo? ¿Piensas que Me faltará la omnipotencia para ayudarte? Y [en] aquel momento sentí en el alma una extraña fuerza y me parecieron nada todas las contrariedades que me habrían podido suceder [en] el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Comentario:
Si meditáramos un poco más en que Dios es omnipotente, es decir, que todo lo puede, absolutamente TODO, o, como dijo el Ángel Gabriel a María Santísima: “No hay nada imposible para Dios”, entonces andaríamos por la vida con más confianza en el Señor. No que nos descuidemos en la oración, porque justamente el Señor quiere que recemos, y que recemos mucho. Pero lo que sí debemos hacer es actuar como nos enseñó el Padre Pío de Pietrelcina: “Reza, ten fe y no te preocupes”.
Lo principal de la devoción a la Divina Misericordia es la confianza. Con la confianza es que podemos recibir de Dios todas las gracias, aún las inconcebibles e inimaginables, pero que Dios quiere concedernos a los que confiemos completamente en Él.
Entonces, como Apóstoles de la Misericordia divina, tenemos que ponernos un objetivo: la confianza en Dios, la confianza plena en la Bondad de Dios, porque solo de esa forma obtendremos los dones y gracias del Altísimo, para nosotros y para nuestros hermanos.
Jesús, en Vos confío.