"¿QUIÉN ES MI DISCÍPULO?"
Escucha con la atención de tu corazón lo que voy a enseñarte hijo mio.
Hoy aprenderás que es ser mi discípulo, para que en oración decidas si tomas tu cruz y me sigues, o si lo dejas todo a un lado.
Un discípulo mío es aquel que escucha su nombre pronunciado por mi voz y acompañado por la expresión "ven y sígueme".
Un discípulo mío es aquel a quien cuestiono muchas veces y le pregunto: ¿me amas?, y cuando recibo una respuesta sincera le pido que apaciente mis ovejas.
Un discípulo mío es aquel que lo deja todo, absolutamente todas sus ataduras para seguir a aquel que es libertad plena y absoluta.
Un discípulo mío es aquel que con plena y verdadera libertad opta por negarse a si mismo, negar de cierto modo su humanidad y optar solo por la divinidad que ha recibido y que lo hace creatura de Dios, tomar su cruz aunque sea pesada, aunque le cueste, y sigue solo las huellas del maestro.
Este es el que no mira atrás, ni tampoco mira más allá de su maestro, Jesús.
Un discípulo mío es aquel que aún en la tempestad, en la escases de alimento, aún en la persecución, confía plenamente en la Palabra del maestro.
Un discípulo mío es aquel que cuando algo se le es confiado, a capa y espada lo defiende y lo mantiene tal cual es o lo cumple a cabalidad.
Un discípulo mío es aquel que en los momentos de dolor y de agonía confía a ciegas en el maestro y en todo lo que de él ha aprendido.
Un discípulo mío es aquel que se recuesta en mi hombro, escucha los latidos de mi corazón y uno a uno trata de hacerlos vida, trata de sentirlos palpitantes en su propio corazón.
Es un discípulo mío todo aquel que está presto a conocer la verdad, a conocer mi voluntad y aunque le cueste la cumple sin quejarse o reclamar.
Es un discípulo mío aquel que aunque camine en medio de oscuridades le es difícil encontrar y ver la luz, y esa luz compartirla con los suyos, con sus semejantes, con sus hermanos.
Es un discípulo mío aquel que en el momento en que su maestro es perseguido, debatido y calumniado, no duda, sino que, antes cree mucho más y no pelea por dar a conocer la autentica verdad, sino que ora porque la verdad misma que es el maestro toque los corazones de los otros.
Es un discípulo mío aquel que pese a los tiempos y las circunstancias siente la presencia del maestro que acompaña y guía.
Es un discípulo mío aquel que sabe esperar a que las cosas de Dios se den en el momento oportuno, según la promesa del maestro.
Es un discípulo mío todo aquel que acepta a mi Madre como su madre, aquel que la lleva a su casa y la siente como su aunténtica madre. Aquel que la escucha con gran atención, pues su voz es voz de maestra.
Todo aquel que quiera ser mis discípulo, además de negarse a si mismo y tomar su cruz, debe escuchar la voz de mi Madre que sabe el camino para llegar hacia mí y ser como yo soy.
Entonces, ¿Quieres ser mis discípulo?
Bendiciones
JESUS