Consignas ...
Que no haya en nosotros puera cerrada para Dios. En las entradas de nuestra alma pongamos dos carteles: "Para las criaturas, prohibida la entrada". "Para Dios, entrada libre". Pero... para las criaturas, entrada prohibida siempre y cuando las criaturas nos impidan ir a Dios. Para Dios, entrada no sólo libre sino deseada y esperada.
(Pequeñas Semillitas)
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