Gracias Señor Jesús, por darme a beber de la fuente maravillosa de tu amor...
Gracias por llenar mi vaso constantemente y por mantener latiendo mi corazón con tu amor.
Gracias por las bendiciones del día de hoy. Gracias por la dicha de saber que mis hijos están guardados en la palma de tu mano y que nos has elegido para que heredemos contigo el reino celestial de nuestro Padre Todopoderoso.
Mi oración diaria, mi petición constante: bendice a mis amigos, a todos los integrantes de mi familia, bendice a los seres queridos de cada uno y no nos permitas olvidarnos de tí, amado Señor. Que sepamos que en cada hijo de cada madre del mundo, hay un hijo de Dios y que como tales, caminemos siempre en tu fe...
Hoy Señor nuestro, te pido con todo el corazón restaures la salud a mis amigos enfermos. Dales la oportunidad de conocer que eres tú quien les ha sanado, para gloria tuya.
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