Y es que no precisamente el ave que mejor canta, es el de más bello trino... Habría que mirar hacia lo profundo del corazón y ver cuánto se esfuerzan para poner el alma en el sonido de sus trinos...
Así igual nos pasa con las personas que están a nuestro alrededor: no es la apariencia externa lo que las hace ser hermosas o "cantarle" con su mejor voz a la vida... Es su interior, el canto diario de alegría, la voz hermosa de su corazón, lo que las hace ser las más bellas del universo...
Emitamos hoy con nuestra mejor voz, un canto de agradecimiento a Dios por la dicha inmensa de estar vivos y contagiemos al mundo con ello!