Ya es hora de despertar.
Ya es hora de abrir los ojos. Ya es hora de ver la luz. Ya es hora de levantarse. Ya es hora de reconocer la aurora. Ya es hora de contemplar la salvación. Ya es hora de percibir lo nuevo. Ya es hora de descubrir la presencia de Dios. Ya es hora de aceptar la salvación. Ya es hora de hacer un sitio a Dios. Ya es hora de acoger la salvación. Ya es hora de decir sí a Dios. Ya es hora de dejar atrás el pesimismo. Ya es hora de poner la mano en las obras del reino. Ya es hora de comprometerse un poco más. Ya es hora de dejar las actividades de las tinieblas. Ya es hora de comenzar a sentir la presencia de Dios. Ya es hora de abrir las puertas cerradas. Ya es hora de dar la palabra a los sin palabra. Ya es hora de romper el miedo. Ya es hora de atravesar el túnel y dejar la noche. Ya es hora de mirar con esperanza. Ya es hora de despertar: la luz del día está encima. ¿No ven que Dios lo llena todo? ¿No ven que Dios está naciendo en cosas sencillas? ¿No sienten que todo habla de Dios? ¿No sienten que Dios está llamando a la puerta? ¿No sienten que Dios tiene un sitio aquí? ¿No sienten su brisa, su trueno, su voz...?
Pequeñas Semillitas
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