Había una pareja de viejitos....
Tenían 95 años cada uno y habían estado casados durante 60 años.
Aunque no eran millonarios, su vida era cómoda
porque eran cuidadosos con el dinero.
Eran saludables a pesar de sus años
y eso se debía en gran parte en la
insistencia de ella de que comieran
comida saludable y que hicieran ejercicio.
Un día, sin embargo, esa vida saludable
no los pudo salvar.
Salieron de vacaciones y su avión se accidentó mandándolos directamente al cielo.
Llegaron y San Pedro los recibió
a la entrada del cielo.
Los llevó a una mansión amueblada,
cubierta de oro y con muebles forrados
de seda fina,
una cocina con todo,
más una catarata bellísima adornando el living.
Una criada estaba acomodando su ropa favorita
y preparando la casa para que
no les faltara nada.
Estaban anonadados cuando San Pedro les dijo:
"Bienvenidos al cielo.
Esta será su nueva casa de ahora en adelante."
El viejito le preguntó a San Pedro cuánto
les iba a costar todo eso.
Nada, le contestó San Pedro,
esto es su recompensa por haber vivido como
Dios manda.
El viejito miró por la ventana y vio u
n campo de golf de primera,
mejor que cualquiera jamás hecho en tierra.
¿Cuánto cuesta jugar en el club?
Le preguntó a San Pedro.
Estamos en el cielo, puedes jugar gratis
todos los días, las veces que quieras.
Luego se fueron al restaurant del club
y vieron una mesa cubierta de toda clase de
comida imaginable: mariscos, carnes,
postres exóticos, bebidas de todas clases.
Ni me preguntes, le dijo San Pedro,
todo es gratis.
El viejito vio todo y algo nervioso miró de costado
a su esposa.
Bueno, le preguntó a San Pedro,
¿en dónde están las comidas dietéticas,
sin grasa y bajas en colesterol?
¿Y en dónde está el café descafeinado?
Lo mejor de todo esto es que puedes
comer y beber lo que quieras y cuando quieras,
y nunca te enfermarás ni engordarás.
¡Están en el Cielo!
¿Me estás diciendo que no es
necesario hacer ejercicio?
Solamente si se te ocurre hacerlo,le contestó San Pedro.
¿No me tengo que cuidar del azúcar ni de la presión?
No, le contestó San Pedro, nunca más.
A disfrutar como quieras!
El viejito miró a su esposa y le dijo:
"Vos y tus cereales de miercoles...
pudimos haber llegado acá hace veinte años TONTUELA !!!"