FELIZ NAVIDAD
Acallad los estruendos de los petardos.
¿No se dan cuenta que lo asustan?
Acallad las voces de los brindis.
¿No se dan cuenta que lo inquietan?
Acallad los gritos de toda violencia.
¿No os dais cuenta que lo espantan?
Ya habrá tiempo para los estruendos, las voces y los gritos.
Ya habrá oportunidad para nuestra indiferencia y nuestras rutinas.
Es apenas un niño recién nacido.
Su rostro está, aún, hinchado de parto.
Sus manitos flacas son pequeños nudos en el extremo de sus brazos delgados.
Sus piernitas finas se agitan sin mucho sentido.
Sus ojos abiertos miran sin ver.
Su pelo oscuro es una pelusa hirsuta.
Sobre las rodillas de su madre comienza un nuevo viaje por la vida.
Su madre le habla sin decir palabra alguna.
Le mira y sonríe y recorre su rostro con sus dedos suaves.
Aquella escena no necesita de más luces que las de la noche.
Aquella escena no precisa de más palabras que las del admirado silencio.
Acallad, deteneos. Escuchad.
Hace un instante sus pulmones se llenaron de aire y estalló en un llanto.
Quizás el único llanto que hace brotar sonrisas.
Ya habrá ocasión para los otros llantos.
Los llantos por la injusticia, el desamor y los rencores.
Es apenas un niño recién nacido.
Todo su ser, en las rodillas de su madre, es un inédito poema.
Habla con más elocuencia que todas las palabras.
Habla y su silencio dice tanto que...........
Hacemos ruidos para no escucharle.
Hacemos ruidos porque su presencia nos compromete.
Hacemos ruidos ya que no deseamos cambiar.
Dice de Ser a nosotros que nos ocupa el tener.
Dice de Sencillez a nosotros que andamos detrás de la fama y el reconocimiento.
Dice de Pobreza a nosotros que corremos en pos de los primeros lugares.
Dice de Ternura a quienes somos tan indiferentes.
Dice de cercanía a nosotros que no pretendemos complicarnos la vida con la vida de los demás.
Dice de Amor a nosotros que tenemos siempre a mano la violencia.
Dice de Silencio a quienes tanto nos gustan las prepotencias.
Dice........ y nos molesta e incomoda lo que dice.
Ya conocemos sus palabras futuras y, por eso, petardos, brindis, saludos y augurios.
Muchas veces para no escucharle.
Muchas veces para no comprometernos con Él.
Llenamos nuestra mesa de comidas.
Ponemos en nuestras manos regalos.
Todo sirve y vale para no cambiar nuestras actitudes por las suyas.
No nos agrada la Navidad del compromiso ni la de las complicaciones.
Queremos un algo especial pero............ para olvidar con facilidad, lo más fácil posible.
La del comprar y gastar, del comer y brindar.
La tradición así nos lo impone y así lo asumimos.
Pero........ mientras tanto.......... la verdadera Navidad transita por caminos que nos resultan extraños e indiferentes.
Acallad vuestras voces.
Alguien habla de buena voluntad.
Alguien habla de paz en la tierra.
Alguien habla de gloria a Dios en el cielo.
Alguien, desde el silencio de su ser recién nacido nos está proclamando su deseo de una FELIZ NAVIDAD para TODOS.
(autor anónimo)