Elegir
Me contaba mi papá que en una fiesta de la empresa, donde estaban reunidos todos los empleados y sus esposas, el presentador del show se acercó a una mesa y le preguntó a una señora: - Señora ¿es usted feliz? La mujer guardó un segundo de silencio, el marido se imaginaba una respuesta afirmativa, y el auditorio sabía que la respuesta iba a ser un rotundo SI. Era políticamente correcto. Sin embargo la mujer dijo No, no soy feliz. El asombro y el murmullo crecieron en el gran salón mientras el esposo intentaba esconder su cara de asombro y enojo sin lograrlo. Segundos más tarde, ella aclaró: No soy feliz, elijo cada día ser feliz. Elijo ser feliz con mi esposo, con mi casa, con mi familia, con mis proyectos, con mis realidades. No tengo todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo.
Esta señora había elegido lo correcto, había elegido ser feliz a pesar de las contras. El mismo planteo les hace Moisés al pueblo de Israel. Estaban por tomar posesión de la tierra prometida y tenían que elegir. Podían vivir fieles a Dios, o dejarse influenciar por los pueblos que debían conquistar. Podían buscar la felicidad eligiendo el camino más lento pero seguro; o buscarla por los atajos engañosos que te ofrece el pecado.
Pero en lugar de permanecer fieles a Dios, estos hombres tontos eligieron buscar en lugares vacios. Y en vez de encontrar lo que deseaban, solo pudieron encontrar problemas, dificultades, y pleitos. El placer inicial que habían conseguido se esfumó tan rápido como la neblina de la mañana.
Sabemos el final de la historia. Lamentablemente ellos no eligieron bien. Y tuvieron que sufrir las consecuencias. Vos todavía estás a tiempo para hacer una buena elección. No importa lo que seas, importa lo que decidís ser. Cada día es una nueva oportunidad para elegir bien. Y Dios te alienta para que lo hagas. Tenés que elegir ahora entre el bien y el mal.
REFLEXIÓN — ¿Qué vas a elegir?
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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