El poder de la Oración
Al orar por otros, siento la bondad de Dios.
Mantener pensamientos de paz,
amor y salud por otra persona me proporciona paz.
Experimento el poder que tiene la oración afirmativa.
No necesito saber los detalles de la situación por la
cual oro.
El Uno que mora en mí también mora en todos.
Confío en que el Espíritu Santo me ayuda a discernir
lo que otro corazón desea.
Cuando enfrento una situación difícil,
cuando me siento triste o cuando
necesito que me recuerden que no estoy solo, permito
que las oraciones
de mi familia universal animen mi corazón y mi alma.
Orar por otros es una de las maneras más poderosas
de amarnos los unos a los otros.
Soy bendecido por ser parte de la familia de Dios.
|