REFLEXIÓN DEL DÍA
El Ángel de la Guarda
Todos tenemos un Ángel de la Guarda
que está constantemente a nuestro lado
desde el momento en que nacimos,
y seguirá estando con nosotros hasta
la muerte y más allá de la muerte
si es que vamos al Purgatorio o al Cielo.
Solo dejará de estar con nosotros
si nos condenamos en el Infierno.
Este Guardián que Dios nos ha dado,
puede actuar más y mejor cuanto más nosotros
lo invocamos y tratamos con él.
Por eso tenemos que invocarlo frecuentemente y,
especialmente en estos tiempos
en que tantos demonios han aflorado
a la superficie de la tierra,
es necesario que estemos muy unidos a
nuestro Ángel Custodio,
pues el demonio es más fuerte que nosotros
y si lo enfrentamos solos nos vencería,
es por eso que Dios nos dio este
Ayudante para que el combate sea más equilibrado.
Así que invoquémosle en todo momento
y recémosle la oración que
seguramente nos enseñaron desde pequeño
antes de dormirnos:
“Ángel de la Guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día,
hasta que descanse en los brazos
de Jesús, José y María”.
Estamos viviendo tiempos muy peligrosos
en que los demonios nos tienden muchas trampas
y tratan de causarnos hasta accidentes físicos,
es por eso que debemos invocar a nuestros ángeles
para que nos defiendan de todo peligro y
tenerlos como nuestros más íntimos amigos
y seguir sus inspiraciones y consejoS.
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