¿ TIENES ENEMIGOS……..?
Se afirma en todas partes que la persona tímida es quien ve peligros en todas partes, quien tiene miedo, quien juzga a los demás como enemigos. ¿Existen, de verdad, enemigos?..... Pienso que desde el huerto del Edén, la enemistad siempre acecha a los hijos de Eva. En todos los niveles sociales siempre hay enemigos que enturbian la paz de la propia existencia. El enemigo no es producto de un complejo psicológico.
Nuestro principal enemigo es el mal que nos rodea en el mundo, es la agresividad que nos hace enfrentarnos unos contra otros, es la injusticia que nos hace apoderarnos de lo que no es nuestro.
El mandamiento evangélico del amor, incluido al enemigo, provoca un nuevo comportamiento y ensancha las perspectivas y el sentido de nuestras relaciones humanas. Lo bueno no es sólo amar a los amigos, lo evangélico es amar a los enemigos.
Este domingo me ha tocado suplir a un compañero y he celebrado la eucaristía con dos comunidades distintas a la mía y una de ellas tiene en su territorio una cárcel bien llena , por cierto, de hombres que tuvieron la posibilidad de ser honrados y conducirse por una senda clara y dignamente humana pero no fue así. Se dejaron llevar del enemigo que siempre acecha.
Cuando terminé de proclamar el evangelio Mt. 5,38-48, pregunté el parecer e los oyentes.Hubo un silencio sepulcral. “ En él Jesús dice a sus discípulos: sabéis que se dijo “ ojo por ojo y diente por diente”,pero yo os digo: No hagáis frente al que os agravia……..” “ Habéis oído que se dijo: “amarás a tu próximo y aborrecerás a tu enemigo”, pero yo os digo amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian……… Porque, sí amáis a los que os aman ¿ qué premio tendréis? Eso lo hacen todos. Si saludáis sólo a vuestros hermanos ¿qué hacéis de extraordinario?.....
Es difícil amar al que te odia, al que te hace la vida imposible, al que no te deja vivir en paz, al que ha manchado tu imagen. Resulta tremendamente difícil tender la mano al que te puso la zancadilla, al que te cae antipático, al interesado y egoísta. SIN EMBARGO, el amor hacia ellos y la actitud de ayuda es incuestionable para los discípulos de Jesús. No se trata de una consigna opcional o exclusiva para héroes, sino de una SEÑAL DISTINTIVA del cristiano.
El deseo de igualarnos todos (“ hacer como me hacen”) trae como consecuencia la envidia, el odio, la miseria, la desgracia y la muerte que TODOS ESTAMOS SUFRIENDO.
¡CRISTIANOS, NUNCA TEMAIS DISTINGUIROS PORQUE APOSTAIS POR EL MAESTRO ¡