El sueño de los que hacemos Reina del Cielo es que nuestros lectores se enamoren de Jesús, profundamente, como nosotros lo estamos. Y María, hermosa Niña de Palestina, es quien más nos ayuda a realizar este sueño. Cada envío que realizamos, cada escrito que publicamos, nos encuentra con ese deseo. ¡Si, esta vez si, se enamorarán perdidamente!
Pocas veces tenemos este sentimiento tan encendido en nuestro corazón, como al realizarles este envío. Es que hoy compartimos con ustedes un retrato maravilloso de Jesús. Un retrato cuyo origen esconde una historia extraordinaria, con la Mano de Dios activa y viva, oculta detrás del pincel del artista. Un retrato que los enamorará del Señor, y también los sorprenderá por la excepcional combinación de circunstancias que envuelven a su origen.
Pero lo fundamental es admirar este Rostro de Jesús, viendo desde las dos palomas reflejadas en Sus Ojos, pasando por la actitud de Divina Bondad que ilumina Su sonrisa, y completando con la cercanía que produce el unir la mirada a Su Mirada. Un Jesús vivo, hombre y Dios al mismo tiempo.
Sin embargo, la sorpresa aflora cuando se comprende la historia del origen de semejante maravilla. La pintora que le dio vida murió dos veces. La primera vez fue el paso necesario para el encuentro con el Señor, quien le hizo saber que debía volver para producir su obra maestra. La segunda vez fue la definitiva, pero eso ocurrió luego de que un estado de éxtasis la impulsara a pintar el Rostro de Jesús en medio de la sorpresa de quienes la rodeaban.
Conozca la historia de este maravilloso retrato en las palabras de Bette Myers, su autora. Y admire el Divino Rostro de Jesús, que hoy más que nunca desea lo adoremos en Su más excelsa Realeza, para Gloria de la Santisima Trinidad.
Para ver la pintura y conocer la historia de la Obra Maestra de Bette Myers HAGA CLICK AQUI
|