Admite estar asustado y tu coraje aumentará. Admite que no lo sabes y aprenderás. Admite tus debilidades y te fortalecerás. Admite tus errores y empezarás a corregirlos.
Admite que no sabes qué decir y habrás dicho justo lo que debías. Admite que estás confundido y empezarás a comprender. Admite que eres hiriente y empezarás a cicatrizar las heridas. Admite que te importa y las cosas que de veras te interesan se fortalecerán.
A menudo, ser honesto contigo mismo, con los demás, con la vida puede resultar difícil y hasta dar miedo. Sin embargo, la sinceridad es siempre la ruta más confiable, más directa para realmente alcanzar aquello, lo que fuere, que quieras conseguir.
Todo intento de engaño terminará siendo un desperdicio de tu valioso tiempo. Vive la verdad de quien tu eres, y así sacarás a relucir el mejor tú que podrías llegar a ser.