EL ALMA.
Es el filtro de nuestra vida real.
El alma se compara con el
filtro que usamos en una “cafetera” al momento de preparar
café.
Si el filtro lo usamos el día anterior y está sucio,
pues el café que hacemos tendrá mal sabor. Si ese filtro tiene
muchos días de uso y nunca se limpia,
pues se pueden imaginar
que el café no será café,
sino agua contaminada.
Nuestra alma debe estar limpia
y lista en cada momento para filtrar
todo lo que vivimos cada día.
¿Y qué tipo de suciedad puede
haber en nuestra alma?,
pues dolor, rechazo, recuerdos dolorosos,
pecados ocultos que no hemos reconocido, falta de perdón, rencor, soledad,
auto compasión… en fin, un sin número
de actitudes que ensucian nuestra alma.
Si tu alma
(filtro) está sucia,
tendrás que soportar el mal sabor que produce.
Si tu alma no está limpia,
¿cómo pues vivirás tranquilo
y disfrutarás la vida?,
¿cómo podrás decir te amo y
perdonar a los que te ofenden?,
¿cómo podrás dar a los demás y
tener amigos?
El Señor
trabaja en renovar cada día nuestras mentes y limpia nuestra alma completamente,
si uno quiere.
Él limpia y restaura
nuestra alma para que vivamos con gozo
y paz.
¿Quieres limpiar tu alma?,
¿Quieres que el Señor conforte tu alma?
Tú decides…
”Si confesamos nuestros pecados,
Él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.”
1 Juan 1:9.
De la Red!!
DIOS NOS BENDIGA !!!