Beata María Fernández Coronel
(1334 † )
Fiesta 2 de Diciembre
Doña María Fernández Coronel era una bella joven de familia noble, nacida en 1334, que tenía su casa en la calle Arrayán de Sevilla. Cuando su familia lo dispuso, a los quince años, casó con el caballero Don Juan de la Cerda, descendiente de la Familia Real de León. Este fue condenado y decapitado por formar parte en una conspiración contra el trono de Don Pedro I el Cruel. Pasado el tiempo, Don Pedro, conoció a Doña María Coronel que vivía sola y tranquila administrando sus bienes y quedó enamorado de ella. Don Pedro persiguió durante un tiempo a Doña María la cual huía de él allá donde se encontrase. Cansada de tantas persecuciones, decide Doña María irse a vivir con sus padres, de la cual tuvo que huir al caer la noche por una ventana trasera, ya que Don Pedro se disponía a asaltar la casa para llevársela al Alcázar. En su huida, Doña María fue a esconderse al Convento de Santa Clara, donde temiendo que el Rey entrase a buscarla, la escondieron en una zanja que había en el patio, la cubrieron con maderas y le echaron tierra por encima. Al día siguiente, alguien informó al Rey del paradero de Doña María y este fue de inmediato a buscarla, pero no la encontró, ya que aún seguía escondida. Al cabo del tiempo, y ya despreocupada Doña María, se presentó un día el Rey en el Convento y la descubrió.
El monarca corrió tras ella, pero esta, se fue hacia la cocina y sin pensarlo dos veces, cogió una sartén con aceite hirviendo y se lo echo en la cara, para dejar de gustarle al Rey. Repuesta del accidente, Doña María pidió al Rey que le devolviese el solar que había arrebatado a su marido para construir un Convento, lo cual le fue concedido, construyendo el hoy Convento de Santa Inés, del que fue Priora. Al cabo de los años, al morir
Doña María ya en avanzada edad, fue enterrada en el coro del convento, en el que más tarde, tras unas obras de restauración, encontraron su ataúd y al abrirlo pudieron descubrir que el cadáver estaba en perfectas condiciones, incluso se le pueden ver las cicatrices de las heridas del aceite, con lo cual lo sacaron e introdujeron en una urna, que hoy en día aún puede visitarse todos los días 2 de diciembre de cada año en la Iglesia de Santa Inés