1. LA ORACION
" Hijos, orad, la oración es el fundamento de vuestra paz"
Si no tienen paz en sus corazones poco importa todo lo demás.
Pueden perder la paz un momento, pero enseguida poniéndose en oración,
hundiéndose en la oración encontrarán la paz nuevamente.
"Si vivis angustiados, con estrés, es que todavía no orais con el corazón".
Esta palabra "con el corazón" nunca acabaremos de entenderla, no se trata de cumplir,
de escuchar Misa, de rezar el rosario rápidamente, no se trata de eso.
"Dedidad tiempo a Dios"
Dios nunca vendrá a nosotros apresurado esperando a que te des prisa en lo que quieres decirle,
Él siempre se toma todo su tiempo para escucharte, eres demasiado importante para Él como para tomarte a la ligera.
Por lo tanto, para que Dios establezca su morada en nosotros, y que la unción del Espíritu Santo y su soplo nos visite,
hay que tomar tiempo. Hoy, muy poca gente va a la Iglesia un jueves Eucarístico a desagraviar
el Cuerpo Místico del Señor en el Santísimo Sacramento,
por las tantas ofensas que el mundo entero le hace a nuestro Señor. Orar frente a Él, adorarle, bendecir su Santo Nombre.
Orar con el corazón es esta disposición interior, como dice Santa Teresita:
"La oración es un grito de amor hacia el cielo". Tomad tiempo con Dios.
Marija, una de las videntes, regresando de Rusia, estaba totalmente sorprendida y comento en Europa:
La gente en aquel país como en cualquier otro, pide egoístamente, sus oraciones van referidas a ellos mismos y a sus intereses,
"reza por mí, por mi abuelo, por mi país", yo, yo, yo, esto no es posible, esto no es oración.
La Virgen María dijo: "Hijos, rezad por mis intenciones y yo me encargaré de vuestras preocupaciones, de vuestros dolores",
eso es la verdad. La gente no cree porque no se abren realmente al Espíritu Santo, no se abren a la paz de Dios.
Entonces, la oración del corazón es la clave para aprender junto con María a orar.
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