Día del Pontífice
Hoy, 29 de Junio, celebramos la Fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Ese día la Iglesia celebra al Santo Padre, como sucesor de san Pedro.
La figura del Papa es parte de la fe católica en su condición de vicario de Cristo. ¿Qué significa esto? Hablamos de fe, ella en primer lugar la fe se dirige a Dios y a su obra realizada por Jesucristo. Precisamente, este referir nuestra fe a la obra de Jesucristo, es lo que nos permite comprender el significado de la persona y ministerio del Papa. Su autoridad no proviene de una elección que hicieron los apóstoles, sino directamente de Jesucristo: “Tu eres Pedro, dijo Jesús, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt. 16, 18-19).
La fe del cristiano se apoya en la Palabra y la misión de Jesucristo. Por ello podemos decir que a través de Pedro, hoy Benedicto XVI, Jesucristo sigue ejerciendo su misión de guiar a los cristianos. Ahora bien, ¿cómo podemos igualar aquella misión que Pedro recibió de Jesucristo, con la de sus sucesores, los Papas, a lo largo de la historia? Aquí entra la realidad de la Iglesia, a la que Cristo fundó y le prometió su asistencia a través del Espíritu Santo. En el evangelio de san Lucas el Señor le dice a Pedro: “yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc. 22, 32). Pedro recibe de Jesús una misión que es personal respecto a sus hermanos; esto la Iglesia siempre lo ha vivido y conservado como palabra y promesa de Jesucristo. La autoridad del Papa es fidelidad y obediencia a Jesucristo. Es más, su autoridad es una gracia que Jesucristo le ha conferido al servicio de la comunión de la Iglesia. Sólo en el marco de la Iglesia el Papa es sucesor de Pedro.
Esto nos permite comprender cómo la vida cristiana permanece en la historia a través de la Iglesia y por obra del Espíritu Santo. Es la fe la que nos abre a este camino que Dios ha iniciado hacia nosotros. En este camino que nace en Dios reconocemos el origen de la autoridad y de la misión que Pedro recibió de Jesucristo, hoy presente en la persona y el ministerio de Benedicto XVI. Esto nos permite entender que en la Iglesia la autoridad no tiene su origen en la voluntad de sus miembros, sino en Jesucristo, y que es Él quién nos la ha comunicado a través de los apóstoles. La jerarquía en la Iglesia, como ejercicio de la autoridad, no es dominio sino servicio que tiene su origen en Jesucristo. Sólo en el marco de la Iglesia es posible la obediencia cristiana.
En la persona y la misión del Santo Padre hoy reconocemos el proyecto de Jesucristo. Esta verdad, decía, forma parte del contenido de la fe católica. Elevemos en este día nuestra oración a Dios, para expresar nuestra comunión con Benedicto XVI. Reciban la bendición de su Obispo, que en comunión con el Santo Padre, ha sido llamado a formar parte del Colegio Apostólico, para predicar el evangelio y presidir la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo.
José María Arancedo Arzobispo de Santa Fe, Argentina
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