Llamado de Dios.
Por lo demás, que cada cual viva conforme le asignó el Señor, cada cual como le ha llamado Dios. Es lo que ordeno en todas las Iglesias. ¿Que fue uno llamado siendo circunciso? No lo disimule. ¿Que fue llamado siendo incircunciso? No se circuncide. La circuncisión es nada, y nada la incircuncisión; lo que importa es el cumplimiento de los mandamientos de Dios. Que permanezca cada cual en la condición en que lo halló la llamada de Dios. ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes. Y, aunque puedas hacerte libre, aprovecha más bien tu condición de esclavo. Pues el que recibió la llamada del Señor siendo esclavo, es un liberto del Señor, igualmente, el que era libre cuando recibió la llamada, es un esclavo de Cristo. ¡Han sido bien comprados! No se hagan esclavos de los hombres. Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en la condición en que fue llamado. (1 Co 7, 17-24).
Comentario:
Es importante destacar que el hacerse cristiano no es una iniciativa propia de cada uno, sino que es un llamado de Dios. Como el mismo Cristo lo dijo en el Evangelio, nadie viene a Mí, si el Padre no lo atrae. Así que el tener fe es una gracia, un llamado que nos ha hecho el Señor y al que debemos corresponder.
Y Pablo dice que debemos permanecer en el estado en que nos encuentre el llamado, porque si Dios luego quiere que cambiemos de estado, nos volverá a realizar otro llamado, otra vocación, y nos dará las gracias necesarias para que la podamos seguir y cumplir la misión.
¡Qué lindo es ser cristiano! ¡Qué fácil y sencilla es la doctrina cristiana! Es simple, como simple y sencillo es Dios, y todo el que la complica no es de Dios, sino del Maligno.
Por eso Dios siempre se comunica con los sencillos y puros de corazón.
Acojamos la doctrina evangélica con la sencillez de los niños.
¡San Pablo, ruega por nosotros!