No camines delante de mí,
que no podré seguirte.
No camines detrás de mí,
pues no sabré adónde ir.
Camina, Señor, junto a mí,
para ser mi amigo y guía.
así yo podré seguirte
y sabré adónde ir.
y si un día me desdigo
y cambio de opinión
y te digo que no te necesito
no me hagas caso, Señor:
¡ sigue caminando junto a mí !
Albert Camus
Filósofo Francés