Tu palabra es
clara...
Amar a Dios y al prójimo como a uno mismo. Muchos
miedos tendré que superar si quiero hacer vida en mí tu Palabra. Señor, mis
miedos son mis grandes obstáculos; miedo a tener que compartir cosas que deseo;
miedo a tener que perdonar incluso a mi enemigo; miedo a cambiar esta vida tan
cómoda por una más desinstalada en donde la confianza esté puesta solamente en
ti.
¡Ven, Señor, Jesús! Ábreme los ojos para ver lo
que me pides; ábreme los oídos para que escuche tu Palabra; ¡Ven, Señor,
Jesús! Para que nos consueles en nuestras tristezas. ¡Ven, Señor, Jesús! Para
que nos confortes en nuestras debilidades. ¡Ven, Señor, Jesús! Para que nos
alientes en nuestros desánimos. ¡Ven, Señor, Jesús! Para que nos ilumines en
nuestras oscuridades. ¡Ven, Señor, Jesús! Para que nos enciendas en nuestras
frialdades. ¡Ven, Señor, Jesús! Para que nos prepares a recibirte. ¡Ven,
Señor, Jesús! ¡Ven, Señor, Jesús a habitar en mi corazón para llenarme de tu
amor! Amén.
(Pequeñas
Semillitas)
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