Diario vivir
Sed de Dios.
Todo hombre fue creado para Dios y por ello tiene necesidad de poseer a Dios para ser feliz.
Solo en el Cielo seremos plenamente felices, porque poseeremos a Dios, que es el Infinito, para siempre, y así estará colmado nuestro corazón, nuestros deseos de felicidad, nuestra sed de Dios se verá saciada.
Pero ya aquí en la tierra debemos buscar a Dios y encontrarlo por medio de una vida de gracia, cumpliendo los Diez Mandamientos, para que Dios habite, por la gracia santificante, en nuestra alma.
Todo hombre tiene sed de felicidad, es decir, sed de Dios, aunque muchos no se den cuenta de ello. Nosotros tenemos la misión de hacerles encontrar a Dios a quien lo busca consciente o inconscientemente. Pero para ello debemos encontrarlo primero nosotros, porque nadie puede dar lo que no tiene, y no podemos dar a Dios a los demás si no lo tenemos en nosotros por la gracia.
Teniendo a Dios no nos faltará nada, porque Él es el Todo, y con Él seremos ya felices desde este mundo.
¡Pobres los que viven alejados de Dios, y con una vida de pecado se alejan cada vez más de Él, terminando al fin en el abismo infernal, condenados para siempre!
Recordemos la respuesta que le dio Jesús al demonio en el desierto cuando éste le dijo que convirtiera las piedras en panes. El Señor le respondió que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Es decir, que el hombre, si bien necesita lo material para vivir, también necesita la Verdad, conocer a Dios, para vivir y ser plenamente feliz.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.