Échale ganas a la
vida
La vida es más grande o más pequeña según las
ganas que le eches y el amor que le pongas. Tiene una forma u otra , según la
limes, la moldees y la vayas amasando. Los frutos no son los mismos para
todos: cada uno nace con la semilla que debe desarrollar…. cultivarla bien lleva
al éxito. No envidies la de nadie, porque en todas se puede dar anchura,
espacio y plenitud. En todos los campos hay malas hierbas, sequías, tramos
pedregosos, arenosos, inseguros, pero en ninguna falta un rocío diario, un sol
que caliente y una lluvia que nutra. Dios te saca del apuro…¡solo necesitas
echarle ganas! Cuando uno hace lo que le gusta, sólo cuenta el avance, no las
horas que le dedica; sólo cuenta que su objetivo va cuajando , no el esfuerzo y
el tiempo que entero en él; sólo cuenta la semilla que lleva dentro para
desarrollar, no la clase de árbol que se le ha destinado. Cuando te gusta lo
que haces, no percibes el tránsito del tiempo, que siempre te parece corto, ni
el vuelo de las horas, que siempre parecen bien empleadas . Casi siempre
soñamos ser lo que no llegaremos a ser nunca, pero en medio está el motor de la
esperanza que nos impulsa y el aliciente que nos aguijonea la vida. Debes
saber penetrar con ojo de águila en la realidad que te rodea y a la vez saber
volar sobre ella y mirar desde arriba dónde debes posarte. Échale ganas a la
vida, aunque algunos miren más la huella de tus fracasos que la excelencia de
tus logros. Te encontrarás que la vida se cansa de presentar los mismos
hombres y los mismos acontecimientos... pero nosotros nunca acabamos de
entender. Parece que sólo se aprende en la derrota, se adquiere sabiduría en las
guerras perdidas y habilidad en la realidad y los escollos. Échale ganas a la
vida aunque no sea fácil, y a veces parezca que nada puedes conseguir y nada
vale la pena. Vive tus sentimientos, expresa tu verdad, despójate de prejuicios,
asimila los hechos y adórnalo todo con la imaginación. Ordena tu ideas,
aléjate del pensamiento que te tortura y de los lastres que te hunden, desecha
todo eso que le roba belleza a la vida. Mírate como en el fondo de un estanque y
líbrate de tu propia basura. El alma se limpia con amor, la vida se endereza
rectificando y uno se hace hombre tocando el alma de las cosas. No le busques
a la vida metas definitivas, porque todo es evolutivo, transformable,
susceptible de mejoría. Échale ganas a la vida, y corre sobre ella como si
llevaras la fuerza en los estribos, la acción en las manos, la convicción en la
frente y el fuego en el corazón. ¡Pon a calentar tu vida, pero echándole
ganas!
(Desconozco Autor)



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