Un viernes, escribe más abajo, durante la sagrada Comunión, dijo estas palabras a su indigna esclava, si ella no se engaña: Yo te prometo, por el exceso de la misericordia de mi Corazón, que su amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulguen los primeros viernes nueve meses seguidos, la gracia de la penitencia final; que no morirán en mi enemistad, ni sin recibir los Sacramentos y que mi Corazón les será asilo seguro en su hora postrera".
Sta. Margarita María de Alacoque
|