DOMINGO DE PENTECOSTÉS
(Jn.20,19-23)
“ Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Recibid el Espíritu Santo”
Esto ha resonado precisamente en una casa con puertas blindadas porque allí se han refugiado los amigos de Jesús ¡ qué lástima! Es que… por tener no tienen más que miedo. “ Paz a vosotros, como el Padre me ha enviado así os envío yo”. “ Id por el mundo, sed mis testigos para que todos los hombres me conozcan”. Esta tarea os doy y para eso os he llamado . No perdáis vuestro tiempo precioso en lamentos; no os estéis quietos, porque la tierra aunque reseca y esquiva llega a acoger la semilla que un amable y sacrificado sembrador le va dejando caer sin cansarse. No, no .No estáis solos:”Recibid el Espíritu Santo.Os acompañará”.
Hoy es Pentecostés. Ya han salido a la calle, pues con el viento impetuoso y vivificador han rechinado las puertas y ventanas mientrasdejaban escapar el miedo, los temores y complejos. ¡Es Pentecostés! Día de canto, de poesía. Día de hablar claro y de contar “ lo que hemos visto y oído” porque ahí está el misterio de la felicidad de todo hombres y mujeres que cruzan este mundo.
Este es el día en que la comunidad de los amigos de Jesús se pone en movimiento, aunque por un lado y por otro le está repitiendo, que no, que no merece la pena, que no te canses, que no vas a sacar nada. Mal agüero te persigue si caes en la trampa que atrapó a muchos que creyéndose maestros en todo se quedaron con la felicidad de la tortuga que al tener un tropiezo en el camino y lamentarse repitia: Ves, ¡ya te lo decía yo! que la prisa para nada es buena.
Querido amigo/a ¡de qué es el miedo que tenemos los cristianos? permíteme recordarte que cuando no existía nada y todo era vacío, el Espíritu del Señor planeaba y LA PALABRA hizo posible el existir. Déjame que te cuente, amigo, que con su aliento, la figura de barro del hombre y de la mujer se convirtió en especie humana. A su imagen y semejanza los creó.
Y cuando la vida se hacía monótona y aburrida rodando por derroteros en busca de felicidad y complacencia sin saber a donde iban el Espíritu del Señor habló por los profetas de ayer y de hoy, y la nada y el sinsentido volvieron a tener estrella por donde guiarse.
Deja que te refresque la memoria y te susurre al oído que Jesús, tu Jesús, al que le pides tanto y te da miedo ofrecerle tu vida, se hizo cercano y familiar y no dudó en abrirse de brazos para acoger con afecto de Dios al hijo que regresaba de la noche.
Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo/ luz que penetra las almas y energía que mueve a los cuerpos.
Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo