Partículas de Evangelio
Venida del Señor.
De la higuera aprendan esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Así también ustedes, cuando vean todo esto, sepan que Él está cerca, a las puertas. (Mt 24, 32-33).
Comentario:
Jesús dice a sus discípulos que cuando comiencen a ver los signos que Él fue describiendo, supieran que Él estaba cerca.
Y se puede decir que estos signos ya se están cumpliendo en nuestros días y son como los primeros dolores de parto de una humanidad que ha llegado al momento de dar a luz al hombre nuevo.
El Reino de Dios vendrá. Cristo vendrá. Pero primero debe manifestarse el hombre de pecado, el hombre de iniquidad, el Anticristo; el “Otro”, como le llamó Jesús. Y luego entonces sí aparecerá en el cielo la señal del Hijo de Dios que vendrá con poder y majestad a instaurar su Reino de amor y de justicia, de paz y de libertad.
Lo mejor que podemos hacer en este tiempo de preparación es justamente eso: prepararnos. Y lo hacemos si tratamos de vivir SIEMPRE en gracia de Dios y NUNCA en pecado mortal, para estar listos cuando el Señor llame a nuestra puerta con la muerte o en su segunda venida.
También nos preparamos bien para recibir a Dios si rezamos mucho, constantemente, todos los días, especialmente el Santo Rosario, que es el arma a la cual le teme el enemigo.
Es una gran misericordia del Señor para con nosotros el avisarnos de estos momentos graves que se acercan, para que no nos tome desprevenidos e impreparados.
Confiemos en Dios y en María y tengamos una gran esperanza, porque si bien deberemos pasar por una gran prueba, sabemos que el triunfo final será de Dios y de su Madre, y nosotros, si somos fieles, venceremos también con Ellos.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.
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