Quince minutos con Jesús Misericordioso
Por el camino estrecho.
Jesús, Rey de Misericordia, te ruego que me ayudes a transitar por el camino estrecho que conduce a la Vida eterna, y no por la senda llana y fácil del mundo, que no lleva al Cielo sino al abismo infernal.
Sé que para caminar por el buen camino deberé sufrir muchas penalidades y contrariedades, pero confío en que tú estarás conmigo y me darás tu fuerza invencible para llegar victorioso a la meta.
Jesús, ¡cuánta gente va por el camino fácil del pecado, de las diversiones, en definitiva del diablo! Pero en cambio, qué pocos son los que tratan de ir por el camino que lleva al Paraíso.
Señor, ayúdame a elegir correctamente y a preferir sufrir en este mundo y gozar para siempre en la eternidad, y no vivir gozando en este mundo para terminar al fin sufriendo horrores para siempre en el Infierno.
Sé muy bien que hay que elegir, y que el demonio ofrece felicidad en esta tierra, pero a cambio de una eternidad desgraciada.
Jesús Misericordioso, me encomiendo a ti y te ruego que me des la fuerza necesaria para vencer la tentación y ser perseverante hasta el final de mi vida.
¡Te amo, Jesús! ¡Ten compasión de mí, que soy un pobre pecador!