¿ Quién es María?
La amada de Dios.
Dios ama a todos los hombres, pero en especial ama a María Santísima, por quien hizo, hace y hará todos los prodigios y milagros en la tierra y en el Cielo, y por quien derrama todas sus gracias a los hombres.
Si queremos tener por amigo a Dios, entonces amemos a la Virgen, y seremos semejantes a Dios, que también la ama infinitamente.
Tanto ama Dios a María, que se ha querido unir a Ella de forma completa, pues el Padre la hizo Hija suya, el Hijo la tiene por Madre, y el Espíritu Santo por Esposa amadísima. Es decir, que María en su relación con Dios es única e irrepetible, y por eso mismo Dios la ama más que a todas las criaturas que ha creado, incluso más que a los ángeles y santos juntos.
María es el objeto de la complacencia de Dios, y es la causa de la alegría que tiene Dios, pues el Señor es feliz al contemplar a la Virgen, la más semejante a Él.
Sabemos que Dios, para ser feliz, no tiene más que contemplarse a Sí mismo. Pues bien, en María también encuentra felicidad porque al contemplarla, contempla la obra de sus manos más perfecta, y ve en Ella su semejanza divina.
Honremos, amemos y entreguémonos a María, y Dios nos hará grandes en su Reino.
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!
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