"Morbus Dominicus", o enfermedad del domingo,
ataca especialmente a los miembros de la Iglesia Católica.
Los síntomas varían, pero nunca se relacionan con el apetito.
-Nunca dura más de 24 horas.
-Nunca se llama al médico.
-Al final siempre resulta fatal para el alma.
Está resultando terriblemente frecuente y destruye a miles cada año.
El ataque viene repentinamente cada domingo, no se siente ningún síntoma el sábado, por la noche; el paciente duerme bien y despierta sintiéndose bien.
En algunos casos los enfermos sienten el ataque estando en cama y deciden seguir acostados algunas horas mas, para luego levantarse.
En algunos casos el paciente se levanta y desayuna bien,
pero a la hora en se escuchan las campanas de la parroquia,
le viene el ataque hasta que terminan los horarios de las misas matutinas, entonces el paciente se siente mas aliviado y come perfectamente bien, durante la tarde se siente mucho mejor y está en condiciones de salir a caminar o de leer los diarios del domingo,
pero ¡que coincidencia! si esta noche hay alguna celebración dominical en su Iglesia, sufre un nuevo ataque y se queda en casa.
Se despierta el lunes por la mañana, bien descansado y está en condiciones de ir al trabajo.
No siente más los síntomas de la enfermedad hasta el domingo siguiente.
El virus se puede extender con facilidad entre los llamados "católicos" etiquetándose así mismos "católicos no practicantes" o enfermos.
Cuando la persona cae víctima del virus en estado de gravedad,
la enfermedad puede ser fatal.
La enfermedad se puede volver crónica con facilidad si no se atiende a tiempo, y la única solución es acudir con el Médico del alma.
Para esta enfermedad se cuenta con vacuna,
es gratuita y se llama oración,
la puedes tomas a toda hora, en cualquier lugar, tiene un sabor delicioso, su efecto es instantáneo y despierta en el miembro de la Iglesia Católica un gusto irresistible por estar cerca del Médico del Alma:
Jesús.