Lejos?????
David no la estaba pasando bien. Su vida estaba amenazada. En su canción de queja, comenta con poesía que el malo lo estaba persiguiendo y que estaba cada vez más cerca. Incluso parecía que tenía el poder para determinar su destino y determinar su muerte. Algunos asocian este salmo con el reclamo de David por la persecución que estaba sufriendo en manos del rey Saúl.
Cualquiera sea la situación, la realidad es que no las estaba pasando bien. No había hecho nada para justificar semejante reacción. Solo había intentado ser un buen súbdito. Había sido obediente y fiel; pero le habían pagado mal. De ser el héroe nacional por haber vencido al gigante Goliat, David se convirtió en un prófugo de la justicia en poco tiempo. Y sufría una persecución feroz y sin cuartel.
Estaba padeciendo una gran injusticia, y no era por su culpa ni por errores en la toma de decisiones. No era por haber sido imprudente o negligente. Es posible que estés pasando por una realidad similar. Y te duele pensar como David, que Dios no actúa con justicia en tu situación triste. Considerás como David que no mereces lo que te está sucediendo y quisieras recibir otro trato. Pero la realidad es diferente a tu deseo.
Tanto que pensás que Dios está muy lejos y en lugar de escuchar tus reclamos y pedidos, se esconde para no atenderte. Y duele aún más cuando sabemos que el pedido que hacemos al Trono de la Gracia no es un capricho ni un lujo sino una necesidad. Y frente a tanto reclamo, solo se escucha el silencio del cielo.
Hoy David nos desafía a confiar. Parece que Dios se esconde. Pero en realidad está siempre en el mismo lugar. Jamás está demasiado ocupado como para no escucharnos ni demasiado atareado como para no prestarnos atención. Al terminar su salmo, el poeta puede exclamar con seguridad y confianza que Dios escucha el clamor de sus hijos; aunque todavía era perseguido y nada había mejorado en su situación.
¿Te estás quejando hoy de los silencios de Dios? Tal vez tu reclamo sea justo, pero Dios no se esconde. Y porque te escucha siempre, te va a responder. No desconfíes de Dios. Él sigue siendo Fiel, y por siempre lo será.
REFLEXIÓN – Dios nunca está lejos.
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