Forjar tu ser con felicidad
Eres feliz cuando descubres
el encanto de las cosas pequeñas.
En ellas luce la verdadera grandeza.
Eres feliz cuando disfrutas el ahora
intensamente, no te ofuscas por el pasado
ni te angustias por el porvenir.
Eres dichoso cuando eres misericordioso,
pacífico, limpio de corazón, cuando
tienes hambre y sed de justicia.
Eres dichoso cuando te esfuerzas
por ser benevolente, humilde,
amigo de Dios y hermano de los hombres.
La felicidad no te es esquiva
al caminar en la verdad, actuar
con la justicia y vivir en el amor.
"El hombre, para ser feliz, no necesita
riquezas ni dignidades. Lo estrictamente
necesario basta para la alegría del cuerpo;
la cultura desinteresada, para la satisfacción
del espíritu; y el cumplimiento del deber,
para la tranquilidad de la conciencia". (Lacordaire)
La felicidad la llevas contigo
si eres íntegro y bondadoso.
La felicidad está en servir, no en dominar,
nace de compartir, no de acumular.